La conexión madre e hijo trasciende palabras y tiempo, pues una madre conoce perfectamente a su hijo, ya que con una sola mirada una madre nos dice que tipo de día estamos teniendo, nos puede decir qué hacer o transmitirnos la seguridad necesaria para continuar nuestra travesía de vida. Así mismo, es una conexión inexplicable pues aun no estando con nosotros físicamente, podemos sentir su presencia como si estuviera a la par nuestra. La despedida de una madre es un evento que marca la vida de una persona en muchas maneras, es la despedida de ese ser de luz que con un abrazo nos cura, es el decir adiós a una amiga que cuenta con las palabras correctas para darnos ánimos, es saber que dejaremos de ver a una persona ejemplar. Creemos que mientras mantengamos el recuerdo vivo de una persona, se mantendrá viva en nuestros corazones, es por esto que hemos desarrollado, 5 consejos que pueden ayudar a rendir tributo a ese ángel que sirvió en la tierra como madre.
1. Organizar un homenaje en memoria de ella.
Una de las maneras más bellas de recordarla es a través de un homenaje de amor. Al realizar un homenaje logramos explorar nuestros sentimientos y comunicar cosas que tal vez no habíamos tenido oportunidad de hacerlo. Un ejemplo, es una liberación de globos con familia y amigos, en donde enviamos mensajes al cielo y ponemos una canción que nos recuerde a ella. De igual manera, podemos liberar palomas o lámparas de fuego; estos rituales nos acercan con las personas que están con nosotros y con las que ya han partido.
2. Escribir una carta a mano.
Tomarse el tiempo para reflexionar y meditar sobre la relación que tenemos con nuestra madre es fundamental. Ya sea que tengamos el privilegio de tenerla con vida o si ya partió, realizar una carta en agradecimiento debe de ser algo que hagamos periódicamente. Al plasmar nuestros sentimientos en papel iniciamos un proceso terapéutico pues descargamos energía que nos ayuda a aliviar el dolor de la pérdida. La carta que realicemos la podemos liberar en forma de mensaje con un globo al aire, en el mar, en una fogata o puede ser que simplemente la guardamos.
3. Reunirse en familia y compartir memorias.
De manera muy informal pero intencional podemos reunir a familiares y amigos cercanos, cocinar juntos alguna comida que nos recuerde a ella y disfrutar en familia. Estando conscientes que ella nos está observando y seguramente estaría muy contenta de la unión y armonía con la que se vive. En algún momento de esta celebración podemos iniciar una conversación con anécdotas o frases graciosas y cualquier memoria que llene los corazones de todos los presentes.
4. Visitar el lugar de descanso.
Otra actividad que podemos realizar es visitar el lugar de descanso de nuestra madre, llevarle sus flores favoritas y por qué no, conversar un rato con ella. Esta es una actividad sana que nos permite vivir nuestro duelo de manera digna, pues afrontamos nuestra nueva forma de vida sabiendo que esa persona ya partió. Debemos de recordar que la visita a un cementerio debe de ser voluntaria y que cada persona vive su duelo de manera diferente por lo que la frecuencia y el tiempo que deben de pasar en el lugar queda a discreción.
5. Realizar una actividad en memoria de ella.
Nuestras madres siempre nos motivan e impulsan a dar lo mejor de nosotros mismos, por lo que el realizar una actividad que la haga sentir orgullosa es una manera muy honorable de rendirle tributo. Podemos hacer tantas cosas desde perfeccionar un nuevo idioma hasta correr nuestros primeros 5 kilómetros, independientemente de lo que hagamos el tenerla en mente nos dará la fuerza necesaria para terminar esta tarea y dedicarle la victoria será un gesto que reconfortará nuestro corazón.
El honrar la memoria de nuestros seres queridos permite que su recuerdo viva dentro de nosotros, por lo que esperamos que estos 5 consejos sean de apoyo y utilidad.
Equipo Señoriales Corporación de Servicio
Gracias por compartir las buenas ideas!!