Para nadie es un secreto que la pérdida de una persona del círculo familiar es un episodio traumático en la vida de cualquier ser humano, y más aún, cuando el fallecimiento ocurre en el extranjero. En la mayoría de los casos, esta situación obliga a los allegados de la persona fallecida a realizar una repatriación del cuerpo hacia su país de origen. De ahí en adelante, la situación se torna bastante compleja, pues el costo del servicio funerario es considerablemente alto y hay una gran cantidad de trámites que se deben realizar. Esto, sin contar con que muchas de las muertes son sorpresivas o inesperadas, lo que conlleva a la ejecución de acciones inmediatas y poco meditadas.
En muchos casos, la persona que fallece en el exterior llevaba varios años residiendo en ese lugar, lo que hace que las personas con las cuales convivía o se relacionaba quieran acompañar en una velación a los familiares presentes. Estos servicios de velación en el exterior son costosos, pues dependen en gran parte de la empresa funeraria en donde se practica la velación y de la ubicación de la misma.
Las regulaciones en temas sanitarios relacionados con el traslado internacional de una persona fallecida son cada vez más complicadas. Además cambian de un país a otro, situación que de no conocerse bien puede traer demoras en la repatriación e incremento en los costos. Por otro lado, la documentación requerida para el traslado internacional es excesiva, las dependencias gubernamentales en donde se tramitan los documentos no siempre son las más eficientes y los tiempos de atención son limitados, agregándole retrasos al proceso.
El proceso de traslado
El traslado inicial de la persona fallecida hacia la funeraria se realiza desde un hospital, casa o asilo de ancianos cuando la muerte es por causa natural, consideración que tiene menos traumatismo en el trámite de los documentos necesarios para el traslado internacional. Lo contrario sucede cuando la causa de la muerte es violenta, pues en ese caso se realiza una investigación judicial para determinar las circunstancias del fallecimiento. Cada país tiene un conjunto de reglas y exigencias para la entrega del cuerpo. Pueden llegar a requerir incluso la ayuda de la cancillería, a través de los consulados, para gestionar políticamente la entrega de los cuerpos a la funeraria en el exterior, que se encargará de prestar el servicio funerario en el país en donde ocurrió el fallecimiento.
Una vez que la persona fallecida está en la funeraria (generalmente varios días después del fallecimiento, dependiendo de la complejidad que se presentó en la consecución de la documentación), comienza el proceso de preparación el cuerpo, proceso que está sujeto al cumplimiento de la normatividad de cada región y a las exigencias de las aerolíneas encargadas del traslado aéreo de los restos humanos entre países. Estas exigencias determinan incluso el tipo de embalaje que se requiere para estos traslados, los cuales van desde guacales (caja contenedora) en madera, hasta cartón corrugado o cartón plástico que sirve para cubrir el cofre. En la mayoría de los casos, van sobre una bandeja metálica en la base con una dimensión un poco mayor a las medidas de un cofre fúnebre para que el ataúd quepa adentro de la bandeja y se pueda armar el guacal en madera o cartón con la finalidad de aislar el cuerpo, como exigen las aerolíneas.
Son varios los traslados que deben hacerse en un servicio funerario con repatriación. El proceso depende mucho del lugar del fallecimiento, que puede ser cerca de una ciudad principal con aeropuerto internacional o tan lejos que es necesario recorrer gran cantidad de kilómetros con el fin de encontrar un aeropuerto internacional o, en el peor de los casos, un aeropuerto que tenga conexiones con otros aeropuertos internacionales. Estos traslados deben hacerse en aviones de gran tamaño: aeronaves de más de 100 pasajeros que cuenten con grandes bodegas. Un vuelo chárter, opción muy poco utilizada por su alto costo, es también una opción para los casos en donde el aeropuerto internacional se encuentra a gran distancia del lugar de fallecimiento. Estos traslados iniciales realizados hasta el aeropuerto internacional, al igual que el proceso de documentación y preparación del cuerpo, se hacen con una compañía funeraria local, es decir, ubicada en el lugar del fallecimiento. Ésta es la encargada de hacer todos los trámites necesarios para el traslado internacional, de entregar el cuerpo a la aerolínea o empresa de trasporte de carga internacional para el traslado aéreo hacia el país de origen (Por ejemplo, Colombia). Ya en el país de origen, otra funeraria se encarga de recibir el cuerpo en el aeropuerto internacional donde llegó, procedente del exterior, y de conducirlo hasta el lugar en donde se hará todo el ritual funerario.
¿Qué determina el costo de un traslado internacional?
El costo del traslado aéreo internacional influye mucho en el valor total del servicio funerario. Este valor está determinado por la distancia desde el lugar del fallecimiento hasta el destino final en el país hacia donde se realiza el traslado internacional.
Como se puede ver, en los costos que determinan el valor de un servicio funerario internacional con repatriación influyen muchos factores. Se resaltan los servicios funerarios requeridos en el exterior, los traslados internos en el país en donde se presenta el fallecimiento y en el país destino, los traslados aéreos internacionales y el tipo de muerte, entre otros.
Por todo esto, es importante contratar el servicio de repatriación con empresas especializadas en la prestación de servicios funerarios internacionales, que cuenten con redes de prestadores de servicios certificadas y activas, que manejen volúmenes de servicios que les permitan manejar precios competitivos, con respaldo económico y con reconocimiento en el sector funerario internacional. Una mala decisión en la escogencia de la compañía de servicios funerarios internacionales puede traer dolores de cabeza, sobrecostos y largos periodos de espera tanto para las familias como para las funerarias en Colombia que requieren la asistencia internacional.
En el caso de las personas naturales con algún tipo de protección funeraria, es recomendable que ésta incluya cobertura internacional, cuando se piensa ir al exterior o se viaja frecuentemente a otro país. En el mercado se encuentran varias compañías que ofrecen este tipo de servicios, unas con mayor experiencia, conocimiento y respaldo que otras, por lo que es importante asesorarse bien antes de tomar una decisión.
En el caso de las empresas del sector funerario que ofrecen repatriaciones, es de vital importancia entender la complejidad de este tipo de servicios. No es recomendable intentar realizar las repatriaciones sin contar con la capacidad y conocimiento en los servicios funerarios con traslados internacionales. Existen compañías especializadas que se encargan de una manera eficiente de la prestación de servicios internacionales, que ofrecen paquetes de Re-asistencia y que además, tienen la capacidad de atender eventos de necesidad inmediata.
Andrés Uribe
Gerente Funeral Internacional Group S.A.S.