Vivimos inmersos en una paradoja. Los estudios evidencian cada vez con mayor claridad la importancia de la máxima involucración de los empleados para el desarrollo del negocio. Al mismo tiempo, en los últimos años ha ido disminuyendo su compromiso hasta llegar a un nivel muy bajo.
Un estudio de Bain & Company concluye que un empleado inspirado es un 125% más productivo que otro que solo está satisfecho, e incluso un 81% más que el que ya está comprometido. Así pues, las estrategias para conectar emocionalmente con los empleados se han posicionado como un reto clave de las organizaciones.
La primera de las tres principales tendencias detectadas por Top Employers Institute en el World of Work Trends Report 2022 es “la involucración de los empleados para desatar su potencial”. El talento demanda atención, que se le implique en el día a día de la organización más allá de su rol específico. Las mejores organizaciones cuentan con un amplio abanico de buenas prácticas para conseguirlo.
La estrategia arranca con la participación activa de los líderes, que son los que deben dirigir el cambio hacia una cultura de desarrollo del desempeño. Además, son los responsables de poner los cimientos para que la organización se dote de un propósito sólido. Los profesionales, especialmente los de las generaciones más jóvenes, necesitan que su trabajo tenga un sentido alineado con sus valores para dar lo mejor de sí mismos.
Los empleados con talento también quieren verse implicados estratégicamente, incluso participando en la toma de decisiones en áreas previamente reservadas a los líderes. Por esta razón, en las compañías más avanzadas es también una clara tendencia su involucración en el diseño de la organización y del trabajo.
Las compañías que empoderan a sus empleados son, además, organizaciones ágiles, que diseñan ciclos rápidos de aprendizaje, con herramientas como las píldoras de microlearning o las aplicaciones amigables para el aprendizaje móvil, y también implicando a los empleados como creadores de contenido en los procesos de aprendizaje social.
Se trata, en definitiva, de diseñar una organización que capture tanto las mentes como el corazón de todos los empleados con una estrategia holística y un claro foco en la digitalización.
Tomado de:
Harvard Deusto. Involucrar a los empleados para generar un alto impacto. Recuperado de: www.harvard-deusto.com