Los vacíos que nunca se volverán a llenar, pueden estar acompañados de terapias, rituales, ejercicios o reflexiones de sanación; es así como Funeraria la Esperanza, de Medellín, Colombia, ha sido pionera en dar a conocer los mandalas con su cuadernillo 2017 y ha experimentado los beneficios que reciben los dolientes en el momento de solicitar el servicio exequial o la atención en la terapia individual.
Por los planteamientos anteriores, la atención clínica en duelo implica un respeto por el dolor expresado de cada paciente y su realidad fenoménica, requiere cuidado y pericia profesional en cada detalle, a fin de no dejar escaparlos y así emitir el pronóstico y técnicas terapéuticas a seguir.
Articular la teoría y práctica en momentos vivenciales sobre el duelo, remite a técnicas de abordaje diferentes según el doliente; es decir, puede encontrarse la persona en llanto, en angustia, silencios, rabias, indiferencia, resistencia a vivir; como otras personas pueden estar serenos ante su dolor, asombrados, tranquilos, entre otras múltiples razones, es una paradoja la reacción que cada quien presenta.
Para comprender ese mundo interior sobre el duelo, es pertinente crear un modelo terapéutico con mandalas, los cuales son diagramas y diseños simétricos, en la mayoría de los casos circulares, los cuales se han utilizado desde los primeros tiempos de la civilización como ritual de sanación interior, las formas son concéntricas, van acompañadas en su interior de combinaciones geométricas, signos o diseños que se convierten en elementos significativos para quien los crea y mucho más para quien los pinta.
A la fecha, la empresa en mención ha implementado 77 mandalas en terapia de duelo durante un año; es un proceso innovador en el gremio, en tanto surge como creación propia de la organización. Se aplica una vez el paciente está en consulta privada e inicia su pintura hablando del dolor y donde el terapeuta pregunta la elección de color, a su vez le responde sobre las sensaciones que suscita lo que hace y el sentido que refleja el vacío y el dolor.
Esta técnica, que también ha sido implementada en niños, permite a los dolientes descargar sus energías y plasmar sus sentimientos en los mandalas, dándole su propio significado a través de los diferentes colores y formas que allí encuentran. Además escriben un mensaje a la persona fallecida expresándole lo que en el momento desean hacerle saber.
Este mandala lo conservan como símbolo de remembranza y ayuda notoriamente en la elaboración del duelo. Específicamente en los niños, esta forma terapéutica ha sido una manera sana, clara y apropiada para afrontar la muerte de algún ser querido, teniendo en cuenta que los niños expresan temor, confusión y escepticismo frente a la muerte, pero con los mandalas, apoyado de asistencia por una de las psicólogas de la empresa, se ve cómo se disminuyen los efectos adversos tales como conflictos sociales, depresión, ansiedad, baja autoestima, entre otros, y por el contrario se ayuda a aprender a vivir con esa persona que ya no está y afrontar la nueva realidad que están viviendo.
Entre los beneficios que se pueden observar a través de las funciones terapéuticas, están el encontrar un equilibrio interior, comprender y sentir las emociones, entender el vacío y ausencia de la pérdida, reprogramación del nuevo proyecto de vida, conexión desde el ser hacia el hacer y entender que quien ha partido nunca se ha ido.
Desde el punto de vista artístico y espiritual, la religión Budista y el Hinduismo encontraron en los mandalas herramientas muy útiles de meditación, de concentración mental y una forma de manejar el estrés, en este caso; vivir una experiencia de duelo lleva a una liberación de emociones a través de la pintura de mandalas, siendo actividades dirigidas y analizadas por profesionales en psicología, una vez se encuentran con la figura que ellos eligen; el pincel colorido expresa el sentir interior, se elige el tono, la forma y combinación que dará cuenta de lo vivido en el duelo.
Podría pensarse que en Latinoamérica se utilizan los mandalas como ocio, arte, relajación, pero también es importante implementarlos con las personas que sufren o tienen una pérdida, donde se hace difícil la aceptación, es entonces, cuando el reconocimiento del duelo se nombra como “colorido”, se enfrenta una incertidumbre hacia el futuro y el nuevo proyecto de vida. Este proceso dinámico involucra lo físico y lo psíquico en recordar que “todos tenemos pérdidas, todos nos afligimos, todos sobrevivimos”, una frase del psicoanalista Sigmund Freud que refiere en el proceso de asimilación, que una pérdida es la ausencia transformada en una presencia interna o la negación de dicha ausencia.
Para entender el proceso de reconocimiento de la pérdida se experimenta un dolor muy profundo que agobia, amilana y desestabiliza. El duelo lleva implícito determinadas manifestaciones, síntomas y rituales que dependen no solo de la forma como se afronta, sino también de la cultura, las creencias religiosas, las situaciones que rodean a la pérdida, la edad de la persona que fallece y el momento de vida de quien queda.En las acciones para acompañar el duelo, juega un papel fundamental la despedida del ser querido, la cual varía según ideologías, creencias y sentido sobre la muerte, que puede plasmarse haciéndose visible en los entierros, velaciones, momificaciones, cremaciones, realización de monumentos, entre otros que a través de los tiempos, han logrado estar presentes en el imaginario colectivo de las personas.
Estas prácticas implican importantes funciones psicológicas, sociológicas y simbolismos para los integrantes de un grupo, es así, como la forma en que se rinde tributo al fallecido permite una comprensión individualizada de la vida, de la muerte y de la propia naturaleza humana. Puede sugerirse desde la experiencia clínica en psicología que los mandalas dirigidos contribuyen como técnica trascendental en el gremio funerario e inclusive en Latinoamérica, para ayudar a los dolientes en su proceso de duelo.
En conclusión, el proceso de adaptación, lleva a comprender los mandalas como diagramas y diseños en forma de ritual y sanación que son efectivos, esta técnica terapéutica procede del sánscrito, idioma en que fueron escritos los textos clásicos del hinduismo y significa circulo, ovalo o disco, formas redondas y simétricas que muestran una expansión del ser y conducen a la meditación activa y la contemplación.
Esta forma de meditación activa ayuda a expresar la creatividad dejando fluir la energía sanadora y liberando la mente para llegar a un punto total de paz y armonía, a pesar de que el ser ha partido y nunca volverá, solo perdura en el recuerdo y en la memoria histórica de quienes siguen en el mundo terrenal; la práctica del mandala es una terapia en duelo que se puede hacer solo y permite el encuentro interior con el ser ausente.
Las formas muestran la seguridad, lo absoluto, la transformación y la vitalidad, ayudan a sostener el equilibrio y mantienen las energías, permitiendo en el duelo tomar decisiones para mantener la libertad y sostener la renovación del alma, que ayuda en la pacificación y la búsqueda del centro consigo mismo.
Finalmente, los mandalas suelen elaborarse como medio terapéutico en el duelo, para apoyar a la comunidad y los pacientes con la intención de traer paz y armonía al momento que viven, se busca traspasar este evento como un escenario de meditación activa, cuya esencia descansa en la resignificación de la historia que sigue después de la partida, aunque el dolor perdure el amor se mantiene y el recuerdo se sostiene.
Terapia innovadora implementada por Edit Salazar y Santiago Tavera
que buena iniciativa, podrían contar mas de como y donde se entregan las mandalas? hacen talleres?. Les hacen seguimiento a los clientes que las tiene…super interesante
Hola Juan Pablo, a cada paciente se le abre un historial clínico en donde reposa su mandala, luego se les envía por correo electrónico el mandala pintado por cada uno.
Si hacemos talleres de pequeños grupos terapéuticos donde el mandala es la herramienta principal para la proyección de emociones.
Finalmente se hace mantenimiento clínico vía telefónica o con consultas individuales posteriores dependiendo de la contención que se deba realizar en el momento.
Si tienes alguna otra inquietud, con mucho gusto. Saludos