Vínculo afectivo y duelo ante la muerte del ser querido | Blog - ALPAR
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Al ser humano le afectan las pérdidas, especialmente cuando se ha creado un vínculo fuerte y profundo con ese ser especial que le acompaña en el camino de su vida, este paso es un proceso doloroso que se debe afrontar, el  duelo es la reacción normal y natural frente a la pérdida de un ser amado, no hay un tiempo definido para su abordaje, depende de algunos componentes: tipo de muerte, apego y cercanía o distancia con el fallecido, además de las estrategias de afrontamiento frente a este evento.

En el desarrollo de los componentes esta la muerte natural o violenta, en el vínculo afectivo, está lo que se conoce como apego, siendo importante señalar que el carácter es singular, intenso, duradero, se desarrolla y consolida entre dos personas a través de la interacción recíproca y el objetivo es la búsqueda y mantenimiento de proximidad en momentos de amenaza, en tanto proporciona seguridad, consuelo y protección, no es un sentimiento inmaterial, sino conductas observables que comienzan de manera refleja y se determinan a partir de la interacción en el compartir con el ser ausente.

Surge el apego cuando se está seguro que la otra persona estará ahí incondicionalmente, lo que facilita que aparezcan la empatía, la comunicación emocional y el amor entre estas personas; cognitivamente la relación de apego conlleva a la construcción de un modelo mental de dicha relación, una imagen de cómo es el otro y las representaciones sobre la figura de apego que se circunscribe en el escenario de afecto.

 

Trabajo grupal en Duelo – Sede principal Medellín. Funeraria La Esperanza

 

Para hablar del duelo, es necesario preceder el apego como un lazo emocional que se rompe con la figura real al separarse del cuerpo material; siendo necesario retomar el duelo desde las fases, tareas e implicaciones psicosomáticas y emociones que intervienen en este tema (negación, ira, depresión, negociación y aceptación).

Cada ser posee percepciones subjetivadas a su historia; por tanto, negar la muerte como hecho individual o social, trae consecuencias que se pueden convertir en nefastas para una forma de vivir, por ello es importante hacer lo que verdaderamente importa, solo así podréis bendecir la vida cuando la muerte esté cerca.

Por lo anterior, ante la muerte se debe trabajar el duelo porque fluyen respuestas fisiológicas (dolor de cabeza, mareo, náuseas, escalofríos, opresión en el pecho, entre otros),  respuestas emocionales (rabia, tristeza, euforia) y respuestas cognitivas (incertidumbre, duda, desesperanza); que conllevan a enfrentar otra forma de vivir y adaptarse a la realidad.

En algunos casos, la tristeza profunda refiere un estado de quietud, de reflexión y de intimidad con uno mismo, sin ganas de otras actividades, desolación, porque lo que necesita la persona es recogimiento e introspección. Un estado de tristeza con llantos frecuentemente en el que el doliente ya ha entrado en la realidad de la pérdida y necesita de un tiempo para reposar todo el cambio que se ha producido en su vida. Un tiempo preparatorio para tomar fuerzas y volver a integrarse en una nueva vida.

En el proceso final del duelo se acepta lo ocurrido, se aprenden lecciones dolorosas, se experimenta el crecimiento personal, se reorganiza la vida, se busca retomar la normalidad en la cotidianidad, en definitiva aceptar. El duelo termina cuando la persona puede recordar al difunto con serenidad e incluso rememorarlo con alegría por lo que compartieron juntos y el agradecimiento por los aportes en su vida que perdurarán en la eternidad.

En ocasiones surge la inquietud y angustia para los dolientes por la inevitable realidad de no tener físicamente la presencia del ser amado, emerge entonces el anhelo de una figura (ideal), que si bien no procede como materia, surge en el recuerdo y se hace presente en las emociones y los sentimientos. Reconocer que el ser amado ha partido para siempre, lleva a la renovación.

 

Ritual de Duelo – Funeraria La Esperanza Medellín.

 

Para algunos, la muerte es un suceso inmanejable y aunque estemos conscientes de que es nuestro destino, difícilmente se asimila, la parca, como la llaman coloquialmente, es una intrusa que se lleva a nuestros seres amados, implica un duro golpe y lleva consigo estereotipos, mitos y tabúes que se exponen en la cultura, en el rito o en la ceremonia solemne o sublime en honor a quien trasciende.

 

Narrativa emocional por pérdida del ser querido. Funeraria la Esperanza sede Medellín. Funeraria La Esperanza

 

El ser humano es la única especie sobre la tierra que entierra a sus difuntos, en todas las sociedades han existido creencias sobre almas, espíritus y vida después de la muerte, pero cobra relevancia, los ritos funerarios como una práctica relacionada con la muerte y la comprensión de este fenómeno inevitable, la mortalidad.

Despedir a quien se ama, duele, vulnera y enseña que la vida es hoy, aquí y ahora en el mejor  momento y en un lugar espléndido, quien se va permanecerá en el alma para SIEMPRE…


Mg. Edit Oleiva Salazar Gómez
Funeraria La Esperanza

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